¿Por qué razón algunas iglesias no crecen trabajando con células? ¿Qué hace falta revisar del trabajo que hacemos?
El crecimiento de la iglesia no esta asegurado por el trabajar con células. Con este nombre muchas veces estamos realizando reuniones que distan mucho del modelo que pretendemos poner en práctica.
Una de las razones es que hay muchas maneras de confundirse cuando creemos tener “células” y en realidad nunca obtenemos los resultados esperados porque no estamos realizando la tarea de una forma eficaz.
Siguiendo el ejemplo de Jesús deberíamos tomar el tiempo necesario para la preparación de los líderes de células, ser ejemplo para ellos en las acciones que esperamos que realicen, chequear la incorporación de los valores en su vida cristiana y la puesta en práctica de los mismos, formar grupos que claramente estén enfocados en vivir y trasmitir estos valores y trabajen con el objetivo de alcanzar y cuidar a las personas.
Muchas iglesias están animándose a cambiar a fin de poder brindar en las células un sitio donde cada persona sea discipulada, atendida y acompañada en su crecimiento hasta estar lista para pasar a ser parte de un grupo mayor.
El crecimiento de la iglesia se alcanza no sólo cuando ganamos personas con el mensaje de salvación, sino cuando por medio del cuidado personal y familiar (grupo pequeño, célula) cerramos “La puerta de atrás” o la posibilidad tan tristemente vivida de ver que la persona ingresa a nuestra iglesia y al poco tiempo se aleja.
El crecimiento de la iglesia se acentúa, se fortalece y avanza cuando ponemos en práctica correctamente este cuidado personal por medio del grupo celular.
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